Pai, eu oro para que você proteja a mim e minha família de todos os males que estão get more info à espreita nas proximidades e daqueles que procuram nos prejudicar.

Consequentemente, a fileé vem por se ouvir a mensagem, e a mensagem é ouvida mediante a palavra de Cristo.

La primera persona que aparece en la Biblia con el título de profeta no es Samuel, ni Elías, ni Jeremías. Es Abraham [Génesis twenty:7]. Y el primer modelo de lo que debería ser un profeta es Moisés; el Pentateuco termina justamente con esta declaración: «Nunca más hubo en Israel otro profeta como Moisés, a quien el Señor conocía cara a cara» [Deuteronomio 34:ten].

Cuídense de los falsos profetas. Vienen a ustedes disfrazados de ovejas, pero por dentro son lobos feroces.

San Pablo destaca la edificación, la exhortación y el consuelo en una definición de la profecía.[five]​

Es más bien como algo que le quema el pecho. Los profetas son, en pocas palabras, la voz de la conciencia del pueblo de Dios.

Instante e humildemente vos pedimos, que Deus sobre ele impere e vós, Príncipe da milícia celeste, com esse poder divino, precipitai no inferno a Satanás e aos outros espíritos malignos que vagueiam pelo mundo para perdição das almas.

Jesus respondeu: “Está escrito: ‘Nem só de pão viverá o homem, mas de toda palavra que procede da boca de Deus’”.

In accordance with skeptics, many seemingly fulfilled prophecies is usually explained as coincidences, quite possibly aided with the prophecy's possess vagueness, and Other individuals may have been invented following the truth to match the situation of a past party (an act termed "postdiction").[37][38][39]

Dichas profecías, redactadas casi siempre en un lenguaje críptico o ambiguo, anuncian eventos que podrían cumplirse o haberse cumplido ya, dependiendo de cómo se los interprete. Hay quienes afirman que este profeta francés del Renacimiento predijo la Segunda Guerra Mundial y las bombas de Hiroshima y Nagasaki, entre otros eventos históricos de importancia.

Los profetas surgen como contrapeso de la monarquía; son la conciencia espiritual del rey y del pueblo, los que recuerdan, en medio del caos, lo que Dios hizo en el pasado. Son los que dicen las cosas incómodas que nadie más se anima a decir. 

Al oír esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús. Cuando Pablo les impuso las manos, el Espíritu Santo vino sobre ellos, y empezaron a hablar en lenguas y a profetizar.

La palabra de Dios es tan fuerte que el profeta no puede acallarla; sin embargo, sabe que su llamado va a significar ingratitud, burla y rechazo. «La casa de Israel no te querrá escuchar, ya que no quieren escucharme a mí» (Ezequiel three:seven).

Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había dicho por medio del profeta: «La virgen concebirá y dará a luz un hijo, y lo llamarán Emanuel» (que significa «Dios con nosotros»).